Carro tirado por elefantes

El Camino de Aníbal

Jaén - Roma

18 de Julio / 7 de Agosto de 2003

 

Día 5 - Santa Cruz de Moya > Utrillas

Martes, 22 de julio de 2003

Salgo a las 7:15 de Santa Cruz, después de desayunar en la habitación de la posada. Me meto una buena cuesta en frío, nada más salir del pueblo. Superada la cuesta, continúo la antigua N-330, que transcurre paralela al curso del Turia en uno de los tramos más bonitos que recuerdo de este viaje. Es increíble la cantidad de conejos que pude ver esa mañana. Entro de nuevo en la provincia de Valencia, en el enclave de Ademuz.

Panorámica de Ademuz

Desayuno en Mas de Jacinto y entro en la provincia de Teruel. Por cierto, que viendo la tostada con aceite que me sirvieron renuncié a volver a pedir tal delicatessen hasta que no volviera a pisar tierras andaluzas. Evito la capital, tomando la circunvalación, y abandono la N-330 en favor de la N-420 que recorrería de punta a cabo. Hasta Teruel no se me hizo la etapa especialmente dura, pero a partir de ella el calor empieza a hacerse insoportable. La cuesta se endurece por tramos; hay muchas zonas de descanso pero no muy bien acondicionadas y con agua caliente y un tanto amarga. La carretera discurre por tramos paralela al río Alfambra, cauce arriba, para perderlo y retomarlo más adelante. Lo único que me hace seguir es el ansia de llegar a Alfambra y comer. Cuando llego al pueblo, no encuentro ningún bar abierto así que, contrariado, no me queda más remedio que seguir hasta Perales de Alfambra. En el hostal comparto salón con los que han sido compañeros de almuerzo en las jornadas ibéricas: currantes de telefónica, camioneros, alguna que otra excursión de jubilados... por siete euros puedes elegir un primer y segundo plato entre cierta variedad, pan, postre, bebida, servicio e IVA incluido, nada que ver con lo que te puedes encontrar por Francia e Italia. Cuando termino de comer me anuncia un camarero que aún tengo por delante dos puertos antes de llegar a Utrillas. ¡Lavín, en mi plano 1:1.500.00 no venían!. Mientras me derrito al sol subiendo cuestas, no puedo dejar de preguntarme qué mal hicieron los árboles en esta tierra para que los hayan perseguido con esa saña... es increíble la sensación de desolación de no poder refugiarse en una sombra. No sé cómo pero consigo superar los puertos de El Esquinazo (1.381 m) y San Just (1.408 m).

Puerto de San Just

Pocos metros antes de éste último, instintivamente alzo mis brazos como señal de victoria y me permito meter plato grande y sprintar a lo campeón, siendo los dichosos molinos de viento testigos de mi victoria. Atravesando un túnel, el primero de muchos que encontraría más adelante, comienzo una cuesta abajo estupenda, que contaba incluso con una zona de descanso con una fuente de agua fresquísima. Allí trabo conversación con unos simpáticos camioneros y me encuentro tan feliz que por primera vez me atrevo a decir que voy a Roma. Me dejo caer después de descansar unos minutos y entro en una ciudad íntimamente ligada a la minería, Utrillas, sobre las 17:00. Me alojo en el Hotel Villa de Utrillas, dejando la bici en una bodega del mismo. A todo esto, me doy cuenta que estoy un poco fondón de tanto comer, así que decido imponerme un 'mini régimen' basado en cenar un poquito menos e incluir más fruta y menos dulces. Comienzo el régimen ese mismo día, comprando en un autoservicio junto al hotel cena y desayuno. Por poco no pillo las fiestas de la villa, al menos aprovecho y me acuesto prontito, bastante esperanzado por mi estado físico y el descanso que prometía ser la etapa de la jornada siguiente.

Distancia: 136,54 Km Tiempo: 6:45:46 Vel. media: 20,19 Km/h
<<anterior