Última actualización: 14 de Agosto de 2.018
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Jaén, nuestra ciudad
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Jaén, nuestra ciudad

 

Historia

Vista panorámica de la ciudad

La investigación arqueológica ha puesto de relieve que estamos ante una de las ciudades más antiguas de la península. Y es que en el entorno de la actual capital de la provincia, hacia final del Neolítico, existían varias aldeas dispersas: Puente Tablas, Huerto Berenguer y Marroquíes Bajos. De todas ellas, fue esta última la que reagrupó a todas las demás en un enclave que entre el 2500 el 2000 a.C. alcanzó su máxima extensión. Este asentamiento de Marroquíes Bajos, de cuyo núcleo central hay restos en la zona norte de la ciudad moderna, se organizaba en cinco círculos concéntricos. Estos anillos estaban delimitados por fosos excavados que canalizaban el agua que llegaba desde las faldas del monte para luego distribuirse en el interior de los anillos hasta las viviendas. Se trata de una de las obras de ingeniería más antiguas de las que se tiene noticia. El enclave fue fortificado en torno al 2450 a.C. En el siglo IX a.C. la población se concentró en el oppidum de Plaza de Armas de Puente Tablas. Allí se registró un fenómeno también notable, como es el de la planificación urbana, con un diseño de ciudad de trazado ortogonal. En el siglo IV antes de nuestra era, hubo un nuevo trasvase de población, esta vez hacia el cerro de Santa Catalina que es donde finalmente se originó la ciudad de Jaén. Las fuentes históricas hablan de una ciudad esplendidamente defendida, que fue elegida por el cartaginés Asdrúbal Barca como centro de sus operaciones. Los autores griegos y romanos la llamaron Oringis o Auringis. En el 207 a.C. fue tomada por Lucio Escipión, que inició el proceso de romanización culminado con el decreto de Vespasiano que la declaró Municipio Flavio Aurgitano. El dominio de Roma se tradujo en multitud de obras públicas. También se transformó el paisaje agrario con una parcelación geométrica del territorio. Un hecho marcó la evolución de la ciudad musulmana: Abd al-Rahman II trasladó la capital de la cora desde La Guardia (Mentesa) a Yayyan (Jaén). El traslado fue acompañado de un ambicioso programa de obras oficiales, entre las que destacan la mezquita, una alcazaba en el cerro o la conducción de aguas del manantial de la Magdalena. Como prueba de su prosperidad, la ciudad contaba con cinco baños, de los que se han localizado dos. Conforme los ejércitos cristianos avanzaban sobre el Guadalquivir, Jaén sufrió varios asedios, pero sin ser tomada. Finalmente, en 1234 el rey nazarí de Granada Ibn al-Ahmar, se declaró vasallo de Fernando III, le entregó la ciudad y se comprometió a pagar un tributo. Se convirtió así la ciudad en una plaza fronteriza de primer orden. El rey castellano trasladó hasta Jaén la sede del obispado, hasta entonces en Baeza, y la ciudad incrementó su pujanza como avanzada en "tierra de moros". Enrique II le concedió la leyenda que orla su escudo "Muy noble, famosa y leal ciudad de Jaén, guarda y defendimiento de los reinos de Castilla".

Castillo de Otíñar

La etapa medieval se caracteriza en la ciudad por las continuas luchas. Y no sólo contra el Reino de Granada. Fueron constantes las pugnas de la nobleza, especialmente en el reinado de Enrique IV, al residir en ella el Condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, uno de los más firmes partidarios del rey. A pesar de ello, en los comienzos de la Edad Moderna, Jaén se había convertido en una de las grandes ciudades del reino castellano. En 1587 tenía cerca de 6.000 vecinos que vivían principalmente de la agricultura. Había también un destacado sector artesanal. La prosperidad se truncó en el siglo XVII. Comenzó un paulatino declive que obedece a múltiples factores: enfrentamientos entre la nobleza, recesión económica, epidemias y plagas, hambrunas, pérdida de población, ... Una situación que se intenta invertir con la creación, en el siglo XVIII, de la Sociedad Económica de Amigos del País que, entre sus objetivos destaca los de recuperar la agricultura, la industria, la enseñanza y otros de utilidad pública. En 1833, la división territorial del país fijó la capitalidad de la provincia en Jaén, una ciudad con una endeble economía basada en la actividad agraria, la administración y los servicios. Hoy la ciudad mira al futuro como principal centro oleícola del país y con una joven y pujante Universidad.

Localización

Gentilicio: JIENNENSE - GIENNENSE - JAENERO - JAENÉS - AURGITA

Población de derecho: 110781

Altitud (m): 573

Extensión (km2): 422,31

Cañones del río Quiebrajano

Descripción: Extenso municipio situado en el centro suroeste de la provincia y en el que se ubica la capital. En su término podemos distinguir una amplia zona de campiña, al norte de la capital, y otra más pequeña, al sur, de montaña, que se introduce entre las sierras de las comarcas de Sierra Sur y Sierra Mágina. El núcleo urbano se asienta en las faldas del cerro de Santa Catalina, en el que se levanta el castillo y desde el que se divisa una amplia panorámica de la provincia. Las actividades económicas giran en torno al sector servicios, principalmente, a la construcción, el comercio, la agricultura y la industria. Las vegas de los ríos Guadalbullón y Jaén, en las que años atrás existían cultivos hortícolas, se han reconvertido en zonas residenciales y en áreas de obtención de forrajes para la ganadería bovina de aptitud lechera.

Entidades de población: Las Infantas, Jabalcuz, Otíñar, Puente de la Sierra, Puente Jontoya, Puente Tablas, Puente Nuevo, Puerto Alto.

Rios: Quiebrajano, Guadalquivir, Jaén, Guadalbullón, Río Frío.

Monumentos

Castillo de Santa Catalina

Los musulmanes erigieron un primer Alcázar en la cima del cerro sobre el que se asienta la ciudad, transformado y reestructurado posteriormente por los cristianos. Estaba compuesto por tres fortificaciones diferenciadas: el Alcázar Viejo, Abrehuy y el Alcázar Nuevo. Sobre las dos primeras fortalezas se construyó el actual Parador Nacional de Turismo, por lo que el Alcázar Nuevo es casi lo único conservado. El Alcázar Nuevo fue mandado construir por Fernando III tras la conquista de la ciudad, pero fue durante los reinados de Alfonso X y posteriormente, en el siglo XIV, en el reinado de Fernando IV, cuando se intensificaron las obras. Está compuesto por cinco torres y la del Homenaje. A la fortaleza se accede a través de una puerta abocinada con arco ojiva. En el interior una gran explanada, dividida en patio inferior y superior, sirve de distribuidor a las distintas zonas. En una de las torres albarranas está la capilla de Santa Catalina que alberga la imagen de la patrona de Jaén. La torre de la Vela y la de las Damas, formaron parte de la antigua fortificación musulmana. La torre de las Troneras, con puerta en codo, tiene en el interior una habitación abovedada, espacio dedicado al aseo y letrinas. Junto a esta torre hay un portillo o puerta secundaria. La gran torre del Homenaje, de planta rectangular y con tres estancias en el interior, fue finalizada en tiempos del Condestable Iranzo. Durante la ocupación francesa se realizaron varias reformas como la construcción de un hospital, las caballerizas, pabellones para el gobernador, un área de oficinas y una plataforma artillera. Declarado Monumento Histórico en 1931. Visitas: Lunes a Domingo, de 10,00 a 14,00. Miércoles cerrado.

La Catedral

La gran fachada barroca que preside la catedral es el culmen de una larga historia constructiva que comenzó tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo y sobre los cimientos de la que fuera desde el 825 mezquita aljama de la ciudad. En el siglo XIV se comenzó la construcción de la catedral gótica con carácter de Santuario para albergar la Santa Faz o Santo Rostro, que según la tradición fue impreso directamente por la Verónica en un lienzo y traído a Jaén en el siglo XIV, lo que motivó que el templo se convirtiera en centro de peregrinación. Debido a varios problemas constructivos de esta primitiva catedral, en el siglo XVI se encargan unas nuevas trazas al arquitecto Andrés de Vandelvira, y pese a que las obras perduraron durante tres siglos, la impronta del maestro se mantuvo.

Fachada de la Catedral

Las obras comenzaron por la cabecera del templo, las primeras dependencias, construidas en vida del maestro Vandelvira. fueron la Sala Capitular, Sacristía, antesacristía, Panteón, testero del crucero sur y capillas hornacinas correspondientes al tramo realizado. Un conjunto de dependencias que se alza en las más altas cotas del renacimiento español, por la excelente ejecución canteril, la libertad del lenguaje clásico y la proporcionada euritmia de su planta. A la muerte de este maestro se hizo cargo de las obras su discípulo Alonso Barba. El interior está dividido en tres naves y tiene diecisiete capillas. La Capilla Mayor, la más ancha, decorada en el siglo XVII por Juan de Aranda, guarda la reliquia de la Santa Faz o Santo Rostro. Este mismo arquitecto se ocupó de levantar el crucero y las capillas de la izquierda. En el siglo XVIII se cierran las bóvedas entre el crucero y los pies de la iglesia por el arquitecto José Gallego y Oviedo.

Interior de la Catedral

En el interior del templo también llama la atención el sobredimensionado coro que ocupa gran parte de la zona central , fue encargado al discípulo de Churriguera, José Gallego y quedó concluido en el año 1736. La sillería del coro es del siglo XVI, salvo la crestería que es del XVIII. La monumental fachada principal fue trazada por Eufrasio López de Rojas en 1667 y terminada en 1668 por su discípulo Blas Antonio Delgado. El conjunto de exultante teatralidad- introduce un amplio repertorio iconográfico - esculpido por Pedro Roldán-, presidido por el Santo Rostro y San Fernando. Las torres se remataron con cúpulas y linternas a principios del XVIII. A ambos lados del edificio hay sendas portadas presididas por una advocación mariana. La portada septentrional, obra de Juan de Aranda y fechada en 1642, es de gran empaque clasicista , presidida por la Inmaculada flanqueada por las esculturas de David y Salomón y rematada con el escudo del obispo Moscoso. En contraste con esta portada, la meridional, obra de Vandelvira, dedicada a la Ascensión, es una severa concepción clasicista de sobria y equilibrada disposición de vanos y macizos.

Nuestra Catedral, Patrimonio de la Humanidad

 Entre las piezas más importantes de la Catedral están, la imagen de Nuestro Padre Jesús ("El Abuelo"),que es la imagen de pasión de mayor devoción en la provincia, realizada por Sebastián de Solis (XVI), las pinturas de Pedro Machuca en la Sala Capitular, las esculturas del presbiterio de Juan de Adán, el retrato de San Fernando, atribuido a Valdés Leal, la Sagrada Familia de Salvador Maella; los imponentes retablos rococó de Santa Teresa y San Benito, la Virgen de las Angustias de José de Mora, el retablo neoclásico de la capilla de San Eufrasio; la orfebrería cordobesa del Santo Rostro; la imaginería del Cristo de la Buena Muerte, de Jacinto Higueras. En las galerías altas del templo se encuentran las dependencias del Archivo Diocesano. El Panteón alberga el Museo catedralicio, con una interesante colección de pinturas y piezas como el relicario de Santa Cecilia o el tenebrario del siglo XVI realizado por el maestro Bartolomé. El conjunto fue declarado monumento histórico-artístico por Decreto de 3 de junio de 1931. Horario Catedral: Invierno, 8,30-13.00 y 16.00-19.00. Verano, 8,30-13.00 y de 17.00-20.00 (excepto domingos tarde). Domingos y festivos: 8.30-1.30 y de 17.00-19.00. Horario del museo: De lunes a domingos de 10.00-13.00.

Nuestro Padre Jesús

Iglesia del Sagrario

Trazada a finales del XVIII por Ventura Rodríguez, es un espacio oval inscrito en un rectángulo, formado por ocho pares de columnas corintias y cubierto con una bella bóveda elíptica ornamentada con casetones hexagonales, óculos y ángeles. El programa arquitectónico se completa con pinturas de Salvador Maella y Zacarias González Velázquez. Visitas: horario de culto. Telf. 953. 234716

Iglesia de San Ildefonso

Está considerada como el segundo templo de la ciudad, tras la propia Catedral, y tiene un especial significado por el milagroso episodio del "Descenso de la Virgen", el 10 de junio de 1430, que con un cortejo celestial se detuvo en este templo. La iglesia tiene tres portadas: la más primitiva es la gótica-isabelina en el testero este; la fachada norte está presidida por robustos contrafuertes semicirculares, en forma de torreón, entre los que se abre la portada renacentista, obra de Francisco del Castillo, "el Mozo" y la torre que fue construida en varias etapas como rememoran los distintos escudos de obispos que jalonan sus tramos; la fachada y torre oeste, fueron trazadas por Ventura Rodríguez y realizadas por Francisco Calvo a finales del XVIII. El interior está dividido en tres naves mediante pilares compuestos por haces de columnas que forman los arcos apuntados divisorios de los tramos abovedados y nervaduras que dibujan estrellas rellenando los espacios vaídos. El presbiterio está delimitado por gradas y cubierto por una bóveda elíptica con pintura al fresco. Entre las numerosas capillas destaca la dedicada a la Virgen de la Capilla, presidido por una talla gótica de tiempos del rey Fernando III.. Conserva grandes retablos como el del Descenso de la Virgen, San Benito, San Antón y las Ánimas y un precioso Tabernáculo, obras del gran tallista cordobés del XVIII, Duque Cornejo. Visitas: 8,30 a 12.00 y de 18.00 a 20.30 h. Telf. 953 190346

Iglesia de la Magdalena

Es la iglesia más antigua de la ciudad, se construyó sobre una mezquita de la que conserva el estanque para abluciones y el alminar. Éste fue posteriormente reformado como torre por Andrés de Vandelvira, que le añadió un cuerpo octogonal. La portada es de estilo gótico isabelino. Visitas. horario de culto. Telf. 953. 256019

Hospital de San Juan de Dios

Tiene su origen en el antiguo hospital medieval de la Santa Misericordia, en 1619 se le concedió a la Orden de San Juan de Dios. Tras la desamortización de Mendizabal pasó a la Diputación Provincial, que lo mantuvo como hospital de beneficencia hasta 1980 y recientemente lo ha restaurado como centro cultural y en el que tiene su sede el Instituto de Estudios Giennenses. Conserva la portada gótica primitiva y se estructura en torno a dos patios interiores, el de mayor altura presenta doble galería de arcos toscanos y jónicos. La iglesia fue reconstruida tras un incendio en 1919. Visitas: invierno, lun-juev. de 8h a 15h. y de 17 a 20h; viernes de 8h a 15h. Verano: de 8h a 13h. Telf. 953. 248000

Iglesia de San Juan

Es una de las más antiguas de la ciudad, ha sufrido profundas transformaciones, presenta traza gótica y conserva referencias isabelinas en su torre. Junto a esta iglesia está la Torre del Concejo de la ciudad, con campana que tocaba a arrebato cuando se aproximaban ejércitos enemigos. Visitas: horario de culto. Telf. 953. 237621

Real Convento de Santo Domingo

Fundado entre los siglos XVI y XVII como Real Monasterio, se convirtió pronto en sede de la Universidad de Santa Catalina Mártir y a partir del XIX sirvió como hospicio. Actualmente es sede del Archivo Histórico Provincial. La portada fue trazada por Alonso Barba y de especial valor es su patio porticado, articulado en dos cuerpos, el inferior con galerías cubiertas por medio cañón con lunetos, con arcos de medio punto moldurados sostenidas por columnas pareadas de gusto toscano; en el segundo piso, alternan balcones con decoración vegetal y ventanas ornamentadas alegóricamente. La iglesia tiene notable interés por sus bóvedas pintadas al fresco. Visitas: Lunes a Viernes de 9h a 13, 30 h. Telf. 953. 295081

Palacio de Villardompardo y Baños Árabes

El Palacio fue mandado edificar en 1592 por don Fernando de Torres y Portugal, exvirrey de Perú, con patio renacentista con dos galerías de arcos carpaneles de ladrillo y escalera manierista, sobre unos Baños Árabes. Estos baños fueron construidos entre los siglos XI y XII. El conjunto fue rehabilitado como centro cultural gestionado por la Diputación Provincial, y alberga el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo de Arte Naïf. Fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931. Visitas: Martes a Viernes de 9,00 a 20,00 h. Sábados y Domingos de 9,30 a 14, 30.

Baños árabes

Arco de San Lorenzo

Es el único vestigio que queda de la antigua iglesia de San Lorenzo(siglo XIII- XIV). En el interior del torreón hay una pequeña capilla decorada con zócalo de alicatado mudéjar y yeserías. En la planta segunda hay un bello salón cubierto con bóveda ojival, y con un magnífico arco de yeserías. Declarado Monumento Histórico.

Santa Capilla de San Andrés

Institución benéfico-docente, fundada en 1515 por don Gutierre González Doncel, protonotario y tesorero de la curia apostólica. En la iglesia se conjugan elementos de dos culturas, un presbiterio con cabecera poligonal de estilo gótico-castellano, con un cuerpo de raigambre mudéjar. A los pies del testero derecho se abre la Santa Capilla, con arco de medio punto cerrado por la reja del Maestro Bartolomé, a medio camino entre el gótico y el renacimiento. El interior está cubierto por bóveda poligonal con yeserías y presidido por un retablo-camarín del XVIII . En el lateral derecho hay una interesante puerta mudéjar, un púlpito de mármol y la tabla renacentista de la Virgen de la Luz. Por la calle Rostro se accede a las dependencias de la institución. La portada fue realizada en el siglo XVIII con restos de épocas anteriores, destaca un bajorrelieve con el abrazo de San Joaquín y Santa Ana. El patio tiene un interesante artesonado renacentista y desde él se accede a la Sala de Juntas y Sala Capitular, que guardan una buena colección de pinturas y recuerdos históricos de la institución. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico por decreto de 3 de junio de 1931. Visitas: Domingos de 11,30 a 12,30 h. Telf. 953. 237422

Iglesia de San Bartolomé

Templo de origen medieval, de planta basilical de pequeñas proporciones, con tres naves separadas por arcos formeros apuntados que descansan sobre gruesas columnas y cubierto por armadura mudéjar de par y nudillo. La fachada principal está fechada en el último tercio del XVII, atribuida al maestro de la Catedral Eufrasio López de Rojas. Destaca el retablo del altar mayor (XVI), obra del entallador Sebastián de Solis, la talla excepcional del Cristo de la Expiración ( XVII) y la pila bautismal (XV) de estilo gótico-mudéjar. Visitas: horario de culto. Telf. 953. 236463

Convento de las Bernardas

Fundación del s. XVI debida al obispo auxiliar de la diócesis de Toledo don Melchor de Soria y Vera, natural de Jaén. La iglesia, de planta de cruz latina, responde al ideal de sobriedad monástica y herreriana . La portada principal se concibe como un gran arco triunfal flanqueado por severas pilastras toscanas. Está rematada por una hornacina con la imagen de Santa Clara, obra de Diego de Landeras. La iglesia guarda una rica colección de pinturas entre las que descuellan las de Ángelo Nardi. Visitas: horario de culto. Telf. 23 64 63

Museo Provincial

Edificio de 1920, proyectado por el arquitecto Antonio Flores Urdapilleta. Tiene incorporadas las portadas del antiguo Pósito -s. XVI- en la fachada principal y la de la desaparecida iglesia de San Miguel - año 1561- en el patio. La planta baja del Museo está dedicada a la Arqueología. Su colección de arte ibérico es de las más notables de España. La planta alta está dedicada a las Bellas Artes y ofrece una buena muestra de pintores de la provincia. Fue declarado monumento Histórico-Artístico en 1973. Visitas: Miércoles-Sábados de 9,00 a 20,00 h. Martes de 15.00 a 20.00. Domingos de 9.00 a 15.00. Lunes cerrado.

Palacio de la Diputación Provincial

Proyectado en 1870 por Jorge Porrúa y culminado por Justino Flores, es el edificio más significativo de la arquitectura civil contemporánea en la capital. La fachada de estilo ecléctico, destaca por el elegante ritmo y proporciones, con unas peculiares buhardillas con decoración geométrica. El interior se organiza en torno a un patio con galerías de arcos y una fuente del siglo XVI . El palacio cuenta con una interesante colección pictórica repartida por sus dependencias.

Otros edificios de interés

Real Monasterio de Santa Clara, con bello patio claustral y en la iglesia los artesonados, el Convento de Santa Úrsula, fundado en el XVI, cubierta con artesonado, Convento de Santa Teresa, del XVI, el de la Merced, erigido en el XVIII. Entre los palacios destaca el de los Vélez , el de los Cobaleda-Nicuesa y el de los Vilches. De finales del XIX y principios del XX son los edificios del Ayuntamiento, Casino de Artesanos, teatro Darymelia y casino Primitivo, este último sobre parte del palacio del Condestable.